domingo, 1 de septiembre de 2013

Entre ratos y ratas con panes, penes y penas



Parece un juego de palabras, pero en realidad es el respeto a los géneros que ahora en Venezuela exclaman tiene un valor inmensurable, bueno con la adición del milagro que pidió el ilegitimo Nicolás Maduro para matar sus antojos.
Lo cierto del caso, es que ya el desborde de pena que emana el gobierno de Venezuela es inmenso, es increíble como esa gran cantidad de profesionales, con muchos años de estudios, diferentes profesiones, especializaciones, magister, doctorados, militares de carreras, magistrados, y todo aquel que ha decidido servirle a la mal llamada revolución, se permiten seguir siendo humillados por una persona tan inculta, falta de educación y falta de TODA preparación como lo es Maduro.
Todo parece ser un nido de ratas (con el perdón de los roedores que tal vez tienen mejor capacidad de afrontar los retos) que decidieron sumirse por un largo rato en los desdenes de la apatía con tal de lograr su prosperidad personal-individual, en lo económico claro está, porque debemos suponer que ellos al igual que el resto de la población de Venezuela deben pasar penurias para lograr adquirir la harina pan, el papel sanitario y todos aquellos productos que escasean ya con mayor frecuencia, y de no ser así entonces deberían ellos, los de la alta alcurnia boliburguesa informar al soberano donde comprar sin hacer colas y sin ser marcados como vacas.
Pero lo peor del caso, son los sobre altos costos que debe pagar el ciudadano común de la República de Venezuela para poder adquirir algún producto de la cesta básica, pues para nada es un secreto que los planes del supuesto abastecimiento a través de Mercal, Pdval, HiperMercado Bicentenario y cuanta bodega se les ocurre, es un total fracaso, ya el sueldo mínimo alcanzó su tope anunciado de dos mil 702 bolívares “débiles” con 73 centavos ¿para qué servirán los centavos?, pero hay que recordarle al pueblo que el costo-inversión de la canasta básica de un hogar venezolano -que no es más que únicamente lo necesario para la vida digna del gentilicio- oscila entre los 12 mil bolívares, que descaro el de estos líderes rojos que se llenan la boca de gloria creyendo que realmente hacen algo bien, o será que el subconsciente traicionó a Toripollo y lo que quiso decir con eso de la multiplicación de los penes es que la violación hacia los venezolanos se irá incrementando.
De paso sea, ahora pretenden multar a las panaderías que no vendan pan canilla, influyendo ilegalmente en el manejo de un negocio privado e independiente como lo es una empresa privada, que además debe hacer magia para mantenerse activa, ya que conseguir la materia prima también se ha vuelto un juego de lotería.
Pero por sobre todas las cosas, estos inútiles sucesores de la mafia roja, no atinan a cambiar el juego de la distracción social, a semejanza de cómo lo hacia su fallecido líder, se han incrementado las fabulas de los magnicidios, y como ya la comiquita de esos escenarios esta trillada ahora deciden opinar y defender a los tiranos Sirios para distraer la atención de “millones y millonas” de necesidades que padece el pueblo venezolano, comenzando por la masacre que a diario viven las comunidades del país cuando cada mañana conocen la información de que un vecino ha fallecido víctima del hampa incrementable e incontrolable.
La esperanza se mantiene y más temprano que tarde aclarará la mañana en Venezuela.


Miguel Eduardo Mundo

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