Mucho se había tardado Nicolás Maduro en burlarse del
pueblo por la desgracia que padecen los venezolanos por la falta de alimentos
en el país, no se podía esperar menos de él, que fracaso es escuchar a la persona
que debería infundir el mayor respeto hacia su pueblo, reírse de 30 millones de
venezolanos que padecen por igual de un problema que afecta a todos.
Antes de reírse, bailar, gozar y hablar barbaridades,
debería tener en cuenta que 28 niños mueren al día en Venezuela por
desnutrición y enfermedades, la expresión fatal de la crisis humanitaria, que
el gobierno de Maduro no quiere reconocer y tampoco permite la ayuda del
exterior.
Las agrupaciones de venezolanos en el mundo hacen
esfuerzos por intentar hacer llegar insumos al país, pero es mucho más lo que
se necesita, la crisis venezolana no se puede resolver con paños de agua tibia,
eso es tolerar lo que ocurre, y el pueblo no merece acostumbrarse a vivir de
esa forma, los seres humanos no pueden aceptar de buenas a primeras que se
cometa genocidio, eso es falta de integridad y es ausencia de Dios.
La miseria que impera en éste momento en Miraflores no
puede ser mayor a la voluntad del pueblo, a un tirano y déspota como Maduro no se
le puede permitir imponerse ante la petición de una nación.
Ya son casi 20 años de tanta opresión, algo que parece
increíble en tiempos modernos, pero que si a analizar vamos, ellos (tiranos
rojos), se han encargado de adaptar el país a condiciones que sólo los favorece
a ellos, el modernismo quedó atrás, la tecnología la disfrutan solo los súper
millonarios, en la radio y TV sólo se escucha y ve lo que ellos quieren, el
internet funciona en su máxima velocidad y liberación en el mundo…tanto así que
ya hasta Cuba está realizando una apertura mundial al uso del internet,
mientras en nuestra Venezuela su acceso es cada vez más complicado y
restringido.
El hecho de mantener a la mayor cantidad de personas
ocupadas durante todo el día y gran parte de la noche, en largas colas para
poder comprar algo de alimentos, medicinas y cualquier otra cosa realmente
necesaria en un hogar, deja saber que así es como ellos prefieren ver al pueblo,
preocupados por sus problemas personales y sin atender lo complejo de ese
torbellino que poco a poco destruye a todos por igual.
Insisto, el hambre en Venezuela está causando estragos,
especialmente en la población más vulnerable que son los niños y ancianos, con
secuelas irreversibles para la salud y el desarrollo de nuestro gran país.
Se necesita mucha voluntad, se necesita la gracia de
Dios, se necesita de apoyo mundial; no es justo para Venezuela que la dejemos
sola, debemos todos hacernos eco del suplicio y que el mundo entero voltee la
mirada.
LA INVITACIÓN es a la cita que tenemos cada sábado y
domingo a las 07:00 PM para compartir en Mundo 360 a través de
www.elvenezolano.tv
Miguel Eduardo Mundo
@miguelmundo