Durante una conversación con Armando Camejo, economista venezolano y profesor universitario, éste se atrevió a decir que la situación económica del país, continua agravándose y con ello el bienestar y la calidad de vida del pueblo, pues la escasez de bienes y servicios para satisfacer sus necesidades humanas son cada día más limitadas, como consecuencia de un aparato productivo paralizado por el limitado flujo de divisas las cuales han sido dilapidados por el aparato de la corrupción que ha creado el control de cambio de más de 12 años en el país.
Frente a este panorama desolador, el gobierno sigue deambulando en política económica y su respuesta siguen siendo más restricciones a la economía potenciando con ello más fluctuaciones que afecten negativamente a la población, las cuales se traducen en más inflación, estanflación económica, devaluación y desabastecimiento.
Para Camejo, esta realidad, significa la guillotina que le va quitando la vida a todos los sectores del aparato económico que demandan dólares para importar insumos y producir, liquidando los niveles de producción, incluso en el pueblo se siente esto, cuando en sus manos tiene bolívares devaluados, que no les alcanza para comprar alimentos, más la angustia de su escasez.
Ahora bien, si a este control de cambio se le agrega una inflación de más del 100% para el 2015, los ingresos económicos seguirán mermando tanto para las empresas como para el pueblo convirtiéndose en un camino acelerado hacia la pobreza.
El especialista en materia económica, dijo, que para mirar esta situación desde el ángulo personal y los actuales niveles de ingreso es necesario exponer el siguiente ejemplo: Un trabajador que gana hoy un salario mínimo de Bs 5.622,48 BsF solo obtiene en dólares 29,13 mensuales y un maestro del estado con grado 6 y postgrado con un salario aproximado 12.000 BsF mensuales solo gana 62,19 dólares. Este resultado se obtiene dividiendo el total de bolívares ganados mensualmente por el trabajador y el valor del dólar SIMADI “controlado” cuya última cotización se situó al momento de hacer este trabajo en 192,95 BsF.
En este sentido, se preguntó, que significa para los venezolanos la medida de restringir dólares para viajes al exterior?, a lo que señaló que lo primero que refleja la Providencia 011, es que el Gobierno no tiene recursos, es decir el flujo de caja en el país se ha secado, producto de la corrupción, más de 950 mil millones de dólares que ingresaron al país en los últimos 16 años por la venta de petróleo, no se sabe dónde fueron a parar y quien paga ahora las consecuencias es el pueblo, a quien con la medida lo obligan a pasar trabajo fuera del país, limitándole por un lado su derecho al libre tránsito, más la limitada cantidad de dólares para cubrir sus gastos de viajes, un viajero deberá sobrevivir después de 8 días con $125, $62 ó $25 diarios dependiendo del país.
Lo segundo es que el problema de falta de divisas no se puede solventar con más restricciones, el origen de todo esto ha sido mantener un terco control de cambio que junto a otras restricciones económicas han configurado una formula letal que ha liquidado todo el aparato económico. El no crear, un mercado de divisas accesible para todos los venezolanos y el sector productivo con precios reales para la divisas; sino de control con precios artificiales de (6,30) BsF por dólar (manejado por el estado para importaciones) y de (12) BsF por dólar para viajes al exterior ha sido el caldo de cultivo para la perversa corrupción que aqueja a todos los venezolanos y la responsabilidad es del Estado, no es de pueblo, y de quienes gobiernan, quien con sus políticas han hecho que surjan permanentemente mercados paralelos que sirven para alimentar el despilfarro.
Lo tercero constituye más cuellos de botella, dejar que los bancos públicos sean las únicos para tramitar divisas para personas naturales lleva intrínseco un mecanismo de exclusión y de más restricciones al pueblo venezolano, pues quienes no tengan cuentas en los referidos bancos se verán obligados a transitar por los engorrosos trámites administrativos de dichas instituciones, además del saturado flujo de clientes para la apertura de cuentas nuevas y solicitudes de tarjetas de crédito.
Además señaló, que el “raspacupismo”, es producto del gobierno, quien con sus políticas de control, deterioro y devaluación de la moneda han hecho que el poder de compra o poder adquisitivo del pueblo se esfume, tanto es así, que el billete de mayor denominación que es 100 BsF no alcanza para comprar un cartón de huevos, adquirir una pega escolar o pagar un pasaje de ida y vuelta de Guanare a Valencia, o tomar taxi en cualquier ciudad de Venezuela o pagar un desayuno y esta realidad es producto de una inflación galopante que se tragó el ingreso de los venezolanos empobreciéndolo cada día más, cifras extraoficiales que según econométrica, muestran que el flagelo inflacionario se ubicaría en el primer trimestre del año 2015 en un 25%.
De estas apreciaciones se desprende que el Estado socialista ha sido un fraude en el país y no ha tenido el cuidado en administrar bien los recursos disponibles pues ha gastado más de lo que le ha ingresado, por ello se presentan los déficits fiscales y escasez de divisas que hoy que afectan al pueblo, que combinado con el cobro de impuestos siguen afectando de una u otra manera el bolsillo de las familias venezolanas, es importante destacar, que si bien por la vía de recaudación de impuestos el gobierno ha logrado ingresar una cantidad alta de dinero a las arcas del Estado, lo que se ha visto es una acción para elevar el gasto corriente y la poco inversión hacia proyectos productivos, contribuyendo esto a alimentar el circulo vicioso que alimenta el espiral inflacionario.
Entre otras cosas, destacó que en la economía del país, continúan incrementándose los problemas en el nivel de la actividad productiva, lo cual trae como consecuencia una caída en la oferta de bienes y servicios, aunado al deseo de los consumidores que con dinero inorgánico en su bolsillo buscan satisfacer sus necesidades o deseos de compra, pero que no consiguen la cantidad de bienes suficientes que la satisfagan y para colmo están cada día más caros, generándose los problemas de escasez y desabastecimiento que se observa diariamente.
Para finaliza, Armando Camejo expresó que si las políticas económicas no son bien definidas en el corto plazo la situación se agravará más en el país en un tiempo muy breve, potenciándose la inflación, devaluación, falta de divisas y empeorándola. Pues luchar contra estos flagelos es el papel del estado y del BCV y hasta ahora se ve a un gobierno que no quiere rectificar, “el responsable de las distorsiones que estamos viviendo hoy no es el venezolano, sino la política de control que practica un Estado, el cual ha venido incitando con un dólar barato y ficticio a cometer ilícitos cambiarios, que derivan en más controles que empobrece aún más a la población”.
Miguel Eduardo Mundo
@MiguelMundo
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